Hace unos cuantos días que Edén publicó su nuevo libro acerca de Hazel. Para quien todavía ande un poco perdido, Hazel es una aplicación que te ayudará a automatizar tareas en tu equipo.
Su funcionamiento parte de una base muy sencilla: ejecutar acciones cuando se cumplan unas determinadas condiciones, así de simple.
Elige tu propia aventura

Lo que más me ha gustado
Equilibrio
Los vídeo-resúmenes
Lo que menos me ha gustado
Tenía en mente hacer una review desde que el libro llegó a mi biblioteca de iBooks, así que lo he leído con especial atención para poder hacer una buena crítica, incluyendo las partes «malas».
Más ejemplos prácticos
Al terminar de leer el libro es probable que sientas una sensación «agridulce», similar a cuando conseguiste tu primer iPhone, Mac o iPad. Tienes algo muy potente entre manos, pero no sabes muy bien cómo aprovechar ese potencial al máximo.
Esta sensación se es incluso más acentuada, ya que gracias al libro ahora probablemente habrás descubierto que Hazel tiene más potencial incluso del que pensabas.
Soy consciente de la dificultad de lo que estoy planteando. Cada usuario tiene una manera diferente de trabajar, y si a eso le añades los infinitos flujos de trabajo que puedes enseñarle a Hazel, el libro podría convertirse en «La historia interminable».
En la última actualización del libro, se añadirá una nueva sección en la que podrás aprender a gestionar tus películas y series. Quizá un puñado más de ese tipo de trucos aportarían mucho más valor a la publicación y ayudaría a muchos usuarios.
Ojo, tampoco estoy muy seguro de que este detalle sea algo malo. A mi en parte me ha gustado que quede esa puerta abierta para que los lectores podamos experimentar.
De hecho, según vaya pasando el tiempo seguro que comenzarás a ver artículos de usuarios utilizando Hazel en su flujo de trabajo, como los pequeños tutoriales que ha compartido Asier García Morato» en Appleweblog:
¿Merece la pena?
Puedes conseguir Hazel sin problemas» en iBooks Store (Enlace afiliado», ¡Gracias!) y Hazel» en la web del desarrollador.